1. ¿Quién tiene que organizarla?
Lo más habitual es que sea un familiar, amigo o compañero de trabajo de la futura madre y que se lo ofrece como regalo.
2. ¿Cuándo hay que celebrarla?
La idea original es ayudar a la futura mamá a prepararse para la llegada del bebé, así que lo lógico es hacerla en la recta final de embarazo. Pero también se puede celebrar después del parto para que así los allegados puedan conocer al recién nacido sin que los padres tengan que sufrir continuas visitas día tras día.
Tanto en un caso como en otro, es bueno pensar en una merienda por la idoneidad de la hora. Además esa fue la idea original de las primeras baby shower: una merienda de mujeres.
3. ¿Quién debe asistir?
La idea original y más extendida es que asistan solo mujeres, amigas de la madre, para hablar de pañales, biberones, y ellas eran las expertas. Pero ahora, asisten abuelos, tíos, primos, amigos….
Si el papá quiere participar, ¡está en su derecho! Él también quiere festejar lo feliz que está con su próxima paternidad y los juegos son más divertidos con “papá como conejillo de Indias”.
Suelen acudir unas 20-25 personas allegadas.
4. ¿Cómo debe ser la invitación?
Si los organizadores son los propios padres, lo ideal sería realizar tarjetas manuscritas y entregarlas en mano a los invitados, para demostrar que son especiales.
También se pueden imprimir en una imprenta y echarlas al buzón, pero la tendencia hoy es realizar una invitación virtual y mandarla vía mail.
Conviene enviarlas unas tres semanas antes del día de la celebración (para que los invitados tengan tiempo para reservar ese día) y deben incluir el lugar, día y hora, temática de la fiesta e instrucciones de cómo avisar si se va a acudir o no. Son más simpáticas si es el bebé quien invita.
5. ¿Qué hay que comer y beber?
Todo depende del presupuesto del que se disponga. Los anfitriones pueden encargarse de elaborar la comida y la tarta ellos mismos.
En Estados Unidos son muy comunes las fiestas en la que cada invitado lleva algún plato elaborado por él para compartir.
Pero si el bolsillo lo permite, es posible encargar el catering o parte de él a un profesional.
Lo que no puede faltar nunca es la mesa dulce y que tiene que incluir sí o sí una tarta especialmente diseñada para el evento e incluso si ya se conoce cómo va a llamarse el bebé, con su nombre.
6. ¿Cómo es la decoración?
El espacio disponible es decisivo, ya que no es lo mismo organizar la baby shower en un salón pequeño que en un jardín. Cuanto más sencilla sea la decoración, más elegante.
Utilizar la temática bebé ayuda a decorar la fiesta y a crear un ambiente divertido. Se suelen utilizar artículos relacionados con la más tierna infancia (chupetes, biberones, ositos…) y personajes de dibujos animados.
Es bastante común que el color que se use para la decoración sea alusivo al sexo del bebé si se sabe con antelación. Y si mamá así lo quiere… ¿por qué no organizar una fiesta de pañales donde sean los protagonistas en decoración y regalos?
7. ¿Y el entretenimiento?
Está claro que la madre no va a poder participar en todas las actividades, pero sí va a disfrutar y actuará de ¿jueza imparcial?
8. ¿Hay fotos?
Normalmente se contrata a la par que la animación y es la empresa organizadora quien se encarga de llevar al fotógrafo.
El problema está en que si le pedimos que esté toda la fiesta, el coste va a subir (como en una boda) y si solo está un rato, puede que nos perdamos la mejor instantánea de la fiesta porque en ese momento crucial ya se ha ido.
Si el bolsillo lo permite, perfecto. Pero si uno quiere ahorrarse unos pesitos… ¿por qué no pedir a esa amiga, prima o compañera de trabajo que hace unas fotos increíbles que haga de fotógrafa de eventos por un día? El mejor regalo que puede hacer a tu bebé.
9. ¿Cómo son los regalos para el bebé?
Los padres pueden optar por contratar una lista para el bebé en alguna tienda especializada. Como ocurre con la lista de bodas, así se aseguran de que no se repitan regalos ni verse obligados a revenderlos porque ¡no les gustan nada!
Suelen acudir invitados muy cercanos que conocen los gustos de los papás y sus necesidades, así que los futuros padres suelen dejar que les obsequien o no con algún detalle para el bebé.
¡No es obligatorio y con la presencia ya es suficiente! Son bien recibidos los pañales y toallitas húmedas a discreción, pero también la ropa para el pequeñín, la bolsa de paseo, la bañera…
10. ¿Cómo agradecer la asistencia?
Según el presupuesto, se puede comprar algún detalle relacionado con la temática del bebé (una cajita alegórica con bombones dentro, un chupete de caramelo). Es adecuado que lleven una tarjeta con el nombre del bebé y la fecha en la que se celebró la reunión.
Otra idea es enviar después por correo una foto del grupo de invitados con la embarazada, tomada durante la fiesta, escribiendo al dorso un breve mensaje de gratitud.
Fuente: Ser Padres