1. Céntrate en el protagonista de la celebración
Cuando organizamos eventos familiares importantes solemos centrarnos tanto en los invitados que a veces pasamos por alto a la persona más importante: el homenajeado. Por eso, es importante que tomes tanto las pequeñas como las grandes decisiones pensando en el protagonista de la celebración. No olvides que aunque muchos de los invitados serán adultos, se trata de una fiesta infantil, por tanto, todos los preparativos deben centrarse en tu hijo.
2. Elige la ropa con anticipación
Uno de los aspectos más peliagudos en la organización de la primera comunión es la elección de la ropa del niño o la niña. A veces resulta difícil encontrar un traje que satisfaga tanto al pequeño como a sus padres, y que además no se salga del presupuesto. Por eso, es conveniente que empieces a buscar el atuendo con tiempo.
3. Elige un sitio pensado para los niños
La mayoría de las primeras comuniones suelen celebrarse en primavera, una temporada ideal para disfrutar de las fiestas al aire libre. Lo ideal es que elijas un espacio abierto y amplio en el que los niños puedan correr y divertirse, pero que también cuente con un espacio techado donde puedas colocar las mesas y recibir a los invitados. En España existen muchísimos locales de alquiler con estas características, pero si la lista de invitados no es muy larga, podrás celebrar la fiesta en la casa de algún familiar que tenga jardín o patio.
4. Escoge una decoración apropiada
Una parte del presupuesto debe estar destinada a decorar el local que has escogido para celebrar la fiesta. En este tipo de decoraciones deben predominar los colores pastel y los adornos florales, pero si quieres algo más original puedes decantarte por una decoración más personalizada. Una apuesta segura son las decoraciones temáticas en torno a los dibujos animados preferidos del pequeño o a su hobby favorito. Otra alternativa consiste en contratar una empresa de decoración y comentarle tus ideas.
5. Planifica el banquete con detenimiento
El banquete suele ser lo más costoso de la primera comunión y también uno de los detalles más difíciles de conciliar, ya que por lo general los platos que prefieren los adultos no son los mismos que gustan a los niños. Por eso, lo ideal es que organices un banquete en el que incluyas dos menús diferentes: uno para los niños y otro para los adultos, pero si no quieres complicarte demasiado puedes preparar un banquete más informal con bocadillos, bebidas y tentempiés. Si tu presupuesto lo permite, puedes dejar esta responsabilidad en manos de una empresa de catering, que se encargará de organizar todos los detalles del banquete.
6. No olvides la animación
En la primera comunión suele haber muchos niños, por lo que es importante que cuentes con una persona o empresa que se encargue de animar la fiesta. Lo ideal es que selecciones un tipo de animación acorde a la edad de la mayoría de los niños que asistirán a la celebración, pero también es importante que tengas en cuenta la opinión del protagonista de la fiesta. Si buscas con suficiente tiempo de antelación podrás encontrar distintas empresas que se dedican a la animación de eventos infantiles y podrás elegir la opción que te parezca más atractiva. De hecho, es probable que encuentres algunas compañías que también se encargan de organizar el banquete, de manera que podrás matar dos pájaros de un tiro.
7. Envía las invitaciones con suficiente anticipación
Como mínimo, 8 semanas antes de la primera comunión, ya debes tener las invitaciones listas para enviarlas a los invitados. Puedes confeccionarlas en casa con la ayuda de los pequeños, comprarlas en alguna tienda de tarjetas o encargarlas a una empresa dedicada a diseñar tarjetas personalizadas para la ocasión. Existen muchísimos modelos de tarjetas entre los cuales escoger, desde las más clásicas y tradicionales con motivos religiosos hasta otras mucho más originales que incluyen un mensaje personalizado del pequeño o una foto suya. En cualquier caso, no olvides pedirle la opinión a tu hijo ya que, a fin de cuentas, es el homenajeado.
8. Haz recordatorios personalizados
Los recordatorios personalizados siempre son un bonito detalle para agradecer la participación de los invitados. Existen muchísimas opciones entre las cuales escoger, desde tarjetas personalizadas y los clásicos angelitos hasta dibujos impresos del homenajeado o un portafotos con una instantánea de la primera comunión. Además, existen empresas profesionales que pueden encargarse de diseñarlos, aunque también puedes hacerlos en casa con la ayuda de los pequeños ya que las manualidades siempre aportan un toque más personal.
9. Contrata a un fotógrafo que inmortalice el momento
Todo día especial merece ser recordado, y nada mejor para inmortalizar la primera comunión que con un álbum de fotos. Lo ideal es que contrates a un fotógrafo profesional ya que a pesar de que hoy todos tenemos cámaras en nuestros móviles, todos no somos capaces de captar buenas instantáneas. También puedes solicitar un vídeo profesional donde se recojan los momentos más memorables de la ceremonia y la fiesta.
10. No olvides disfrutar de la fiesta
Algunos padres se enfocan tanto en los detalles de la fiesta de la primera comunión que pasan por alto el aspecto más importante: disfrutar con su hijo de este momento. Una vez que tengas todo organizado, no hay mucho más que puedas hacer, por tanto, libérate de la tensión que suelen representar los preparativos y disponte a disfrutar y divertirte con tu hijo y los invitados. ¡Tú también te lo mereces!
Fuente: Etapa infantil