Para seleccionar el menú perfecto tienes que pensar en el estilo de boda que tendrás, ya que de sus características depende que la comida armonice con la fiesta. Debes pensar, por ejemplo, si tu boda será de día o de noche, si será en un lugar abierto o cerrado, en la playa, en el campo o en la ciudad, en qué estación del año se llevará a cabo y si será elegante o casual.
Si tu boda solo será por lo civil, o si tendrás una reunión para esta ocasión además de la fiesta para la ceremonia religiosa, recuerda que puedes aprovechar para crear un ambiente más íntimo y, por lo tanto, el menú puede ser lo más cercano posible a los gustos de tus invitados. Incluso, puedes cocinar con ayuda de tu familia y de la de tu novio y hacer de esta una reunión muy cálida. Para ayudarte a decidir qué servirás, te damos algunos ejemplos para cada estilo de boda, ¡elige!
Boda de día o de noche
El menú de las bodas de día consta de tres tiempos más el postre y se sirve entre las tres y las cuatro de la tarde. Por lo general, puede ser mucho más informal que en las bodas de noche, aunque el horario nocturno se presta bien para una recepción lounge. El menú para la noche consta de dos tiempos más el postre y se sirve entre las nueve y las diez, por lo que debe cuidarse que incluya platillos ligeros.
Bodas en verano
Un menú fresco y ligero es ideal para un clima caluroso. El pescado y las ensaladas, así como los bocadillos de carnes frías, son alternativas flexibles para bodas formales e informales: desde sushi hasta ceviche, y, por supuesto, en las cremas frías, los productos de temporada y sus sabores pueden combinarse a voluntad. ¿Qué tal filete de pescado con salsa de mango o pollo al limón? Ofrecer aperitivos de frutas le dará mucha vida al menú principal, el cual puede terminar con un postre frío como mouse o, sin son pocos invitados, helado.
Bodas en otoño o en invierno
El calor está en el menú: sazona los platillos con ingredientes de la temporada, como manzana o higo. Ofrece pastas, ensaladas tibias en otoño y sopas en invierno, y procura que tu plato principal sea de carne: lomo o ternera con salsa de queso o de champiñones es clásico y rico. Lo caldoso es lo más apetitoso en esta época.
Los platillos de invierno suelen ser más pesados que los de otoño, pero ambos se acompañan muy bien con nueces, arándanos y chocolates. De postre, un pastel de naranja en otoño y de cajeta en invierno serán vitoreados. Vino tinto y café son las bebidas claves para estas bodas.
Bodas elegantes
Piensa en un platillo gourmet si tu boda va a ser muy elegante y sofisticada. Tanto en presentación como en sabor, la clave está en mezclar lo clásico con lo más original. Pueden empezar con los siguientes entremeses: croquetas de jamón y setas, croquetas de espinacas y queso roquefort, bocadillos de tomate seco y atún, langostinos en tempura o pepinos a la provenzal. Ofrecer tablas con distintas variedades de queso es altamente recomendable.
En cuanto a las entradas, ¿qué tal unos rollitos de berenjenas con tomate y pesto? ¿O un hojaldre de hongos con mozarela? También pueden ofrecer timbal de pulpo, ravioles de queso de cabra, crepe de setas o de mariscos y crema de espárragos blancos con trufas negras, para jugar con el color; ostras o mejillones de ajo con pimiento también son deliciosos. El pato, la ternera o un buen corte de carne de res con aderezos cremosos son excelentes platos principales.
Bodas en la playa
Si vas a celebrar tu banquete en la playa, desde luego, evita las comidas calientes. Pueden empezar con una crema fría de pepino o de aguacate, así como ensalada con camarones, aguacate relleno o tacos de jícama. Desde luego, el ceviche, los bocadillos de salmón y el sushi, son muy apetitosos. Hay muchas opciones para el plato principal: filete relleno de mariscos, camarones con brutas y salsas agridulces, sashimi de atún, o un plato ligero de carne jugosa. No olvides el agua de coco o de jamaica y un postre frío, como cócteles de fruta, melón con vino blanco o una barra de helados.
Bodas casuales
Si tu boda será casual y relajada y el número de invitados será menor, la comida casera es lo mejor. Pero no te preocupes por pasar horas en la cocina: una parrillada en un jardín es estupenda porque los invitados podrán servirse ellos mismos. También un bufet de platillos para tacos puede servirse, ya sea que te ayuden a cocinar o que contrates un servicio profesional.
Servir pequeñas porciones de platillos y variedades de bocadillos es una alternativa sabrosa y vistosa: puedes colocar una mesa de entradas, la de platillos y la de postres, pero deja un espacio especial para el gran momento del pastel. Una comida sencilla pero cálida reúne siempre a la familia.
Bodas temáticas
Tu boda civil es una gran ocasión para dejar volar tu imaginación. No importa si tu tema será algún país en particular, una época o algún movimiento artístico. Anímate a probar cosas nuevas: para estas bodas temáticas lo más importante es el diseño, aunque eso no está peleado con el sabor. Por ejemplo, qué tal una boda de película con postre de palomitas con chocolate, o una boda llena de magia con tés de sabores y pastelitos. Busca recetas en películas y en libros y déjate seducir por el lado delicioso de la fuerza.
Por: Andrea González
Fuente: bodas.com.mx